martes, 14 de julio de 2009

Drácula: parecidos razonables

Cualquier producto que disponga de un poderoso éxito en las mentes del imaginario colectivo acaba bombardeado de copias y remakes que, de alguna manera, demuestra hasta qué punto una idea es explotable a niveles desorbitados.
Éste es el caso del personaje de la novela Drácula (1897) de Bram Stoker, la cual en su época ya empezó a verse versionada en todo tipo de soportes: radio, teatro, etc. Pero lo que la mayoría de gente olvida es un dato curioso, que es el que nos ocupará esta entrada en el blog: la versión cinematográfica de la Universal y su copia apócrifa del mismo año. Bela Lugosi tuvo un competidor español. Apostad por vuestro Drácula favorito.


Después de muchas versiones teatrales de la obra se inició lo que conformaría la forma fílmica de lo que acabaría siendo el redescubrimiento para el gran público de la poderosa influencia del vampiro más famoso de todos los tiempos. Drácula (1931) de Tod Browning (autor de la archiconocida Freaks) puso a un Bela Lugosi en bandeja para que se convirtiera en el chupador de sangre más emblemático de toda la historia. Esta cinta pasó a ser el pivote de todos los defectos y virtudes de los films draculianos. Los decorados, la mirada y la vestimenta pasaron a transformarse en el manual rígido para hacerse una idea de lo que era Drácula.
Tanto éxito se esperaba del amo de la noche (y tanto cosechó) que en el mismo año del estreno se creó una versión absolutamente calcada (plano por plano, como en el caso de Funny games), pero en versión mexicana. Para esta ocasión se utilizó al director George Melford y con un protagonista español -concretamente cordobés- llamado Carlos Villarías.


El que una película reciba una réplica así dice mucho de la locura e idolatría que desató un personaje como el que tenemos entre manos.
La cinta de Melford copia escena por escena la cinta de Browning, pero con una intención de acercar el malvado de los Cárpatos a todo el mundo. Creo que lo más curiso es que se hiciera la duplicidad en el mismo año, más que la copia en sí.
Con un aire mexicano, la cinta intenta recrear las mismas situaciones de la original pero con esos dejes suramericanos en el habla que hacen que este documento se vuelva imprescindible para cualquier lector de Monstruos invisibles.
Vayamos a ver los primeros minutos para observar las particularidades y semejanzas de las dos versiones. Empecemos por el film de Browning, donde el protagonista llega en carruaje a la población donde alberga el castillo del Conde, y donde los dos se conocen.



En este fragmento hemos visto los pueblerinos que advierten al protagonista de los peligros de acercarse al castillo de Drácula, pero la necesidad de entablar una relación económica entre los dos obliga que se adentre en la penumbra del lugar.
¿Cómo recreará Melford las mismas escenas? Vayamos a verlo.



Sin duda vemos cosas bastante parecidas y diferentes. Por una parte todo es un gran calco para que la gente de habla hispana sepa que está viendo algo muy parecido o igual que el original. Pero hay cosas que delatan al director y a los actores y que hacen que ésta sea también una cinta de merecidísimo culto. Por un lado el Drácula de Browning es más imponente y terrorífico que el de Melford, sobre todo por cómo pronuncia el cordobés "¡Soy Drácula!". Además que el protagonista no siente tanto pavor por él, pues se acerca hasta un paso de su figura, mientras que en el de Browning se mantiene una distancia más que considerable. El deje y maneras de los lugareños (Walpurgas por Walpurgis, la vieja con voz de pito, etc) demuestran la joya que supone el film hispano, y lo dotan, así, de una preciosidad difícilmente superable. Por tanto, es necesario conocer esta cinta que ha quedado relegada al tremendo olvido para el gran público y que necesita ser refrescada para valorar hasta qué punto los países hispanoparlantes también necesitaron ser adueñados del íncubo más famoso de la historia.
Sólo una cosa no han sabido llevar las versiones cinematográficas: los vampiros mueren si se les corta la cabeza y se les llena la boca de ajos. ¿Para cuándo esa imagen de Stoker?

9 comentarios:

  1. Probablemente, una de las mejores novelas de la Historia.

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  2. Menudo recorrido te has hecho... Dracula quizá sea uno de mis personajes favoritos del cine... desde pequeña me han fascinado las historias de vampiros, y desconocía detalles que cuentas. Me ha gustado mucho la entrada, saludos!!

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  3. Entrada interesante sobre uno de los personajes más populares del mundo y seguramente más adaptaciones se hayan hecho.
    ¿Exactamente del mismo año? pues vaya cracks los mejicanos, pese a algunas diferencias, claro, pero creo que tiene mucho merito, sobre todo para la época.

    ¡Saludos!

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  4. Imprescindible, conozco a gente que prefiere esta versión a la de Browning, desde luego que ver a Drácula pronunciando el perfecto acento de Córdoba o a muchos secundarios con acentos de diferentes sitios de España tiene su punto. Y escenas como la de la escalera y el candelabro resueltass de manera más brillante, no lo olvidemos.

    Saludos!

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  5. Es divertidísimo, hay escenas que son calcadas. Las dos versiones tienen muy buena pinta pero por motivos muy distintos. Por lo que he observado en estos fragmentos, ya que no he visto las películas enteras aún, la versión española se acerca más al cometido de ser una cinta de terror, mientras que la mexicana resulta más humana o entrañable de alguna forma. Hay un contraste en la calidez de todos los personajes con el hecho de que se trate de una película de horror. ¿Puede ser que en la película mexicana se hayan apropiado de ciertas tomas de la española (como el momento en el que el vampiro saca la mano del ataud, o cuando hay una panorámica del castillo y se aproxima el carruaje)? Muy buena la entrada D, muy interesante. :-)

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  6. Me quedo con la Nosferatu alemana clásica. Pero admito haberme tragado bastantes, incluidas las de Peter Cushing y la Hammer. Y hay por ahí rodando la versión turca que me han dicho que es una joya...

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  7. -Supersalvajuan, sin duda es una novela original por su ejecución (forma epistolar) y por su tremenda iconografía.

    -MFAL, me encanta que te haya gustado. Para mí también es un personaje fundamental para la cultura popular, literaria y cinematográfica. Despierta los deseos ocultos de nuestras personalidades. Creo que de impacto supera a Dr. Jeckyll y Mr. Hyde. Un elemento como el de la cinta hispana bien merece un análisis.
    ¡Saludos!

    -Oskar108, son del mismo año (1931), y eso significa bastante, como dices. En una época como ésa es meritorio el hecho de que se llevara a cabo un proyecto como éste. Las diferencias dicen mucho de la rececpción del vampiro en la sociedad.
    ¡Saludos!

    -Dr. Quatermass, la verdad es que la cinta de Melford tiene un punto de curioso que hace que le guste a mucha gente. Como dices, el acento es una baza muy importante. Es interesante ver cómo Melford afronta imágenes perpetuas en nuestro inconsciente como la actuación de Bela Lugosi en su castillo. Actualmente si se hiciera un calco igual serí recibido como un ultraje.
    ¡Saludos!

    -G, la versión de Browning es norteamericana, mi fallo ha sido ponerla doblada (que induce a la confusión), lo que pasa es que en ese formato pesaba demasiado el archivo. El acento de Bela Lugosi es otro tema que merecería otro post. La versión de Melford es una mezcla entre mexicana y española (hay mezclados actores de esas nacionalidades). Como dices, la versión de Browning provoca un pavor más grande que la "méxico-española" y dispone de más medios (como los animales que aparecen). Pero es que la hispana es como mínimo curiosa para recrearse en las diferencias. Las dos tienen varios puntos a resaltar y son interesantes por distintos motivos.
    Me alegro que te haya gustado, quiere decir que la entrada ha funcionado.

    -Lucifer, Becario del Mal, ¡bienvenido al blog!
    En esta entrada he querido centrarme en estas dos versiones por su calidad de curioso, pero es cierto, como dices, que las primeras versiones (como la de "Nosferatu") son apabullantes. Yo me incluyo en las personas que las han visto todas (Cushing, Lee, etc.). La verdad es que el personaje da para mucho. Me apunto la de la versión turca. Interesante.
    ¡Saludos!

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  8. Por lo que he leido por ahi parece ser que en algunas peliculas se rodaba, posteriormente al rodaje original y antes de ser desmantelados los decorados, versiones en distintos idiomas, con distintos actores para poder moverlos en otros circuitos comerciales, que algunas veces contratar actores de segunda fila salia mas barato que pagar dobladores decentes.

    Saludos!

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  9. ¡Bienvenido al blog Chema!
    Es cierto, se repetían los mismos decorados, e incluso el director que copiaba robaba escenas que recortaba para su film, como pasa en Melford. La verdad es que el gasto debería ser altísimo, antes de, simplemente doblar el propio film.
    Gracias por el dato.
    ¡Saludos!

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