viernes, 26 de marzo de 2010

Planteamientos curiosos: Marihuana mon amour (5º parte)

La década de los 80 está llena de testimonios que utilizan la marihuana como parte anecdótica para recrear comedias gamberras, pero el protagonismo de esta droga como elemento fundamental o motor de arranque de un largo se ve difuminado. Este decenio se ve influenciado por el uso de drogas diferentes, que son motivo de demonización por parte de los estamentos de higene moral y del gobierno: cocaína, heroína, ácidos, pastillas, etc. Así, pues, viendo el aluvión de drogas duras, no tiene mucho sentido ametrallar contra el cannabis. Los 90 sí serán especialmente prolíficos en tratar la hierba como tema principal de un largo o un documental. Pero, claro, ahora desde el punto de vista más apologético y desde la óptica más científica, creando así comedias desvergonzadas y documentales rigurosos sobre las propiedades de la marihuana. Veamos algunos casos interesantes.


Toxic Zombies (1980) de Charles McChrann es un ejemplo de cómo se manejaba el tema del cannabis para fines diferentes a los establecidos en el resto de décadas. De innegable sabor a serie Z, casposa, sanguinolenta y desmesurada, Toxic Zombies inicia su punto de partida a través de unos hippies cultivadores de hierba que empiezan a fumar su cosecha y se convierten en zombies caníbales (¡!). Esto se debe a que el malvado Gobierno ha esparcido por sus campos una sustancia experimental precisamente para erradicar la marihuana. Todo se volverá contra ellos cuando una horda de caníbales de ultratumba se tomen la venganza por su cuenta.


They don't cut the grass anymore (1985) de Nathan Schiff es un testimonio bizarro sobre la marihuana, pero que nos sirve perfectamente para demostrar cuántos resortes adopta la hierba en el séptimo arte para meterse en una época donde la prohibición está ocupada por otras drogas, las duras, más perniciosas para la sociedad.
En este largo, Schiff muestra un cine gore desorbitado y vitriólico. Dos campesinos locos y amantes del monstruo verde deciden iniciar su personal diatriba sanguinaria contra los yuppies. Las consecuencias ya os las podéis imaginar en una cinta de serie B como ésta. Sangre, vísceras, horror y cannabis. ¿Qué más se puede pedir?


Half Baked o Medio flipado (1998) de Tamra Davis es una comedia desorbitada, a ratos absurda y aunque tiene toques muy flipados con el hecho de ir fumado, peca de ser un producto barato y muy poco elaborado.
La historia versa sobre la vida de 4 amigos que se reúnen cada día en su piso para fumar marihuana de una manera completamente desfasada, dando lugar a situaciones cómicas. Un buen día, uno de ellos mata por accidente a un caballo de la policía montada y es encarcelado. Para liberarlo, sus amigos tendrán que vender hierba a destajo, aunque tengan que hacer publicidad por la televisión y hacerle la competencia al gran capo de la marihuana.


Homegrown o Cosecha propia (1998) de Stephen Gyllenhaal es una comedia de 3 perdedores, Jack, Carter y Harlan, que se dedican al conreo de la marihuana, pero especialmente en la plantación de su jefe, Malcolm, de quien poco o nada saben. Un día el amo aparece muerto y al trío no se le ocurre otra cosa que apropiarse de todo el tremendo botín. A partir de aquí empezarán a organizar un negocio bastante torpe en la venta y distribución de la droga, provocando situaciones hilarantes, pues los 3 traficantes son en realidad unos ineptos en todo. Aquí ya se observa que en la comedia norteamericana se está utilizando el cannabis como elemento y emblema de lo políticamente incorrecto.


Marihuana, el sótano maldito (1999) de Robert Sarkies es una entretenida comedia neozelandesa con tintes negros que narra las vicisitudes de un grupo de jóvenes que, al no encontrar un piso económico donde vivir, deciden ocupar una vieja casa.
Dentro de las tétricas y polvorientas habitaciones de la morada encontrarán un enorme vivero de marihuana en perfectas condiciones. A partir de aquí ocurrirá lo evidente (ya visto en el anterior ejemplo): venderán toda la cosecha y aparecerá el verdadero dueño de tan preciado botín, un loco al que encierran dentro del sótano. Los protagonistas no sabrán qué hacer con él.


Especial atención merece también la retahíla de películas mexicanas -completamente desconocidas para el gran público- sobre el personaje de Macario Leyva, o como mejor se le conoce: "El marihuanero". Apodo que denomina la primera cinta del 1999 donde se mezcla acción, hierba, mujeres, pistolas y delirante música y ambiente tex-mex.
Un año después veríamos la vuelta del embajador mexicano de la hierba en la delirante La venganza del marihuanero (2000) de Luis Estrada. Prácticamente con el mismo plantel de actores se retoma el tema de los gángster aztecas de la diosa verde. Macario acabará con cada uno de los enemigos que en su día lo derribaron.
Cintas bastante difíciles de encontrar por estos lares. Estrada muestra dos de sus cintas dentro de su filmografía en el vasto mundo de los narcocorridos y el crimen organizado.


Éste es el documento definitivo sobre la historia de la marihuana en la sociedad norteamericana: Grass (1999) de Ron Mann. Narrado por el actor Woody Harrelson, este documental nos ilustra sobre cómo la hierba ha sido perseguida y criminalizada por diferentes personajes políticos, que no han hecho otra cosa que malinformar a la población para desgastar más la economía estadounidense sin una base científica que acredite tales acciones. Uno de los artífices de la "guerra contra la marihuana" y base de este largo es Harry Jacob Anslinger, jefe del Gabinete de Prohibición de Narcóticos, quien movió cielo y tierra para desterrar al monstruo verde de las praderas americanas, especialmente durante los años 1930-1937, años que produjeron un gran puñado de cintas panfletarias. Pero su lucha contra la hierba se extendió hasta el resto del mundo, demonizando el tema y creando una opinión infundada que ha minado el concepto de esta droga hasta nuestros tiempos. Aslinger consiguió la penalización total en casi el resto del mundo, y en los años 80 su influjo produjo gastar 214 billones de dólares para su erradicación. Ver para creer.

No os perdáis la próxima entrega, que será la última, sobre este sugerente mundo de la marihuana y la opinión pública, pero esta vez desde el 2000 hasta la actualidad.

martes, 23 de marzo de 2010

Todo el mundo lo dice



Otro vídeo musical para ritualizar cada día 23, y en esta ocasión le toca turno a un fragmento del film de Woody Allen Everyone says I love you (1996). La canción no es otra que una versión de la insinuante y genial "My baby just cares for me" de Nina Simone, célebre personalidad del mundo del jazz que le sirve al director para hacer su incursión dentro del género musical.
Allen siempre ha pretendido hacer de cada metraje una nueva o diferente manera de explicar triángulos o cuadrados amorosos donde el destino siempre acaba dando la vuelta a todo lo que uno a priori esperaba. Las mentes atormentadas, las dudas ante una relación amorosa siempre hacen su acto de presencia en personajes disconformes ante su vida ya planificada.

viernes, 19 de marzo de 2010

Planteamientos curiosos: Marihuana mon amour (4º parte)

Los años 70 han pasado por las revoluciones sociales y musicales de finales de los 60 y es por eso que, aunque encontremos algún que otro testimonio prohibitivo, la mayoría de cintas se ocuparán de hacer apología o comedia del tema. Se empezará a asociar diversión y libertad con el hecho de fumar hierba y, asimismo, en una moda que caracterizará una generación de jóvenes ávidos de nuevas sensaciones.

Keep off the grass (1970) es un panfleto prototípico de situación donde una madre descubre a su hijo completamente fumado: ojos rojos, tensión arterial baja, risas exageradas, etc. Su niño ya no es el mismo de antes.
En 20 minutos el director se ventila el problema como si estuviera grabando un sketch. La familia preocupada decide entablar una conversación seria con el drogadicto para que enderece su camino y pueda volver a ser una persona normal.
Como es de esperar, el chico entra en razón, reconoce sus fallos y limpia la hierba de sus negros pulmones. Otro testimonio sobre higiene moral.


Pot! Parents! Police! (1971) de Phillip Pine es un caso parecido al del mexicano José Bohr en Mariguana: el monstruo verde (1936), pues el mismo director escribe el guión y se dirige a sí mismo para protagonizar la cinta. Se puede considerar este film como el Reefer Madness (1936) de los años 70, adaptando toda su parafernalia anticannábica. Se mantiene, asimismo, la visión deturpada de esta droga como el mal más grande de la historia después de la barbarie nazi. En resumidas cuentas es un muestra de cómo la marihuana desgasta y destroza la vida de todas aquellas personas que la prueban. El título lo dice todo, pues denota el tono de la cinta.



The harder they come (1972) de Perry Henzell es una película que usa la marihuana para establecer una historia de acción con diferentes resortes. Está protagonizada por el cantante jamaicano Jimmy Cliff, quien en esta ficción es encarcelado por una pelea y decide explotar su carrera artística.
Una vez fuera de prisión empezará a meterse en el mundo de la compra y venta de marihuana, produciendo tremendas persecuciones contra la policía.
La cinta pretende mostrar la dura vida que se desarrolla en Jamaica, sitio de moda en esa época por la música reegae. La carátula es muy funky.
Os paso el tráiler de la película para que os hagaís una idea del film:




Keep off my grass (1975) -también titulada como Keep off! Keep off!, y que por el título parece una parodia del panfleto Keep off the grass- de Shelley Berman, o su nombre real Sheldon Leonard Berman, es una comedia sobre la marihuana y los hippies donde aparece uno de los integrantes de la banda Monkees, Mickey Dolenz. El éxito de la cinta debió ser pobre, pues fue la única incursión de Berman en el mundo de la dirección, dando paso a una carrera como actor. Además, esta película es increíblemente difícil de encontrar por la red. Parece que haya desaparecido del mapa. ¿Será por su punto de vista poco habitual sobre el cannabis en la época que por eso se la desterró? Es posible.


Up in Smoke (1978) de Lou Adler es un claro referente en las cintas apologéticas de la marihuana. Una desternillante comedia que trata la hierba como un claro divertimento y una forma de vida, dando lugar a escenas memorables dentro del panorama cinematográfico de películas gamberras, que dará paso a la larga lista de largos de las décadas posteriores. Con una banda sonora excelente, Cheech y Chong, 2 cómicos celebérrimos en USA, representan 2 jóvenes -amantes de la música y de las drogas- que deciden participar en un concurso de música rock, no sin antes haber robado un camión hecho de marihuana procedente de México. Este último dato parece recordar a modo paródico la cinta Free grass (1969) de Bill Brame. Un gran desfile de drogas. No os la podéis perder.
El traíler es delirante e invita a ver el largo cuanto antes:




A partir de esta última cinta prácticamente todas las películas que traten la marihuana contendrán el elemento cómico que era impensable en décadas anteriores. Aparte de alguna despreciable excepción, el uso del cannabis se volverá como una anécdota indispensable para hacer una comedia desternillante.
No os perdáis las próximas entregas cronológicas sobre el uso de la marihuana en el cine.

martes, 16 de marzo de 2010

Sesión de cine: Paraíso Travel

El problema de la inmigración ilegal se ha abordado desde muchas perspectivas distintas como la miseria económica, la incomprensión del país de destino, las desigualdades sociales, la injusticia, etc. Prácticamente se han tratado todos los temas que subyacen al nuevo que se ve en la obligación de ir a un país con mejores condiciones laborales.


Paraíso Travel (2008) de Simon Brand -basada en el libro homónimo de Jorge Franco Ramos- ofrece una nueva forma para explicar un salto al vacío hacia un terreno ignoto de un inmigrante que acaba irrumpiendo en un país ajeno por amor. Marlon es un estudiante que está perdidamente enamorado de Reina, una lolita y femme fatale a la vez, que con sus encantos manipulará los deseos de su amado para que se vaya con ella a un viaje terrible hacia las profundas calles de Nueva York. La técnica narrativa que utilizará el director nos sumergirá en un vaivén de historias que se irán montando una sobre otra para resultar una trágica pero realista historia de amor, con todas sus virtudes y defectos. El planteamiento inicial es inmejorable: Marlon se pierde en las calles de Manhattan y no tiene a nadie con quien contactar para sobrevivir en la espesura urbanita. Buscar a Reina en un averno como ése va a provocar que Marlon acabe desesperando. Su búsqueda será un viaje iniciático que bien podría ser el epílogo de una vida: un hombre solo y perdido.

sábado, 13 de marzo de 2010

Planteamientos curiosos: Marihuana mon amour (3º parte)

A finales de los años 60 la revolución social provocó que los intentos de las cintas panfletarias de décadas anteriores no surgieran el efecto deseado y la juventud se tomara como algo completamente normal fumarse un porro, aun así continuarán apareciendo cortos y largos vetando la hierba y advirtiendo a la juventud de su problema al acercarse a esta droga. Además, hay que añadir la incursión en la sociedad de la delirante sustancia del Dr. Hofmann, es decir el LSD o dietilamida de ácido lisérgico, que se encumbraría como la droga peligrosa y a temer. Pero, claro, la marihuana continuaría siendo la protagonista en todas las fiestas, haciendo reír a quien no quiere. Es a partir de este momento que el cannabis se vuelve un poco menos dañino al tener grandes competidores como los ácidos, pero la hierba se convertiría en el símbolo máximo de una oleada de libertarios: los hippies. No os engañéis: los hippies de los 60 son los grandes empresarios y políticos derechistas que persiguen actualmente lo que en su día pregonaron.


Especial atención merece Marijuana (1968) de Max Miller, donde Sonny Bono -es decir la expareja sentimental y artística de Cher- ofrece un documento vilipendiado por el público debido a su falsedad en la manera y en la forma en que el cantante muestra su alegato contra la marihuana. Al principio del metraje se advierte que el consumidor es el principal responsable del problema y es él quien debe decidir si el cannabis es bueno o malo, recreando una comparativa con otras drogas, como el alcohol. Todo se derrumba cuando se ofrecen las verdaderas intenciones y es el propio Bono quien, con ojos, tez y voz de haber fumado más de un porro nos advierte de la peligrosidad de la hierba. Aquí tenéis el testimonio:




Humo de Marihuana (1968) de Lucas Demare es una cinta argentina que no es otro producto que un remake de Marihuana (1950) de León Klimovsky, aparecida en la 2ª parte de esta serie de posts.
Parece ser que no habían suficientes guiones como para que la industria cinematográfica decidiera modernizar la lucha del Dr. Urioste contra la adicción de su mujer. Lo más curioso es que para algunos círculos de la crítica este film está considerado como una de las mejores películas argentinas de la historia.


I love you, Alice B. Toklas! (1968) de Hy Averback contiene una premisa que para el espectador actual es una comedia y de las gordas: un hombre que consume pasteles ve cómo su apetito aumenta considerablemente, asimismo empieza a deshinibirse de manera radical con las chicas. La razón: alguien está condimentando sus comidas con un ingrediente fabuloso.
Todas estas situaciones provocarán unas situaciones hilarantes dando pie a una comedia que pone como ejemplo -por primera vez- la marihuana como detalle anecdótico para arrancar historias cómicas. Algo hartamente usado en la actualidad en series y largometrajes.
Peter Sellers se encargará de llevar a cabo los gags más desternillantes. Ya aparece aquí el personaje del hippy como consumidor habitual de hierba.
Mirad el trailer, que no está nada mal:




Parece que la marihuana está cambiando su rol como droga intocable y a la que sólo se le pueden achacar problemas: puede haber horas de diversión.


MaryJane (1968) de Maury Dexter es una cinta exploitation sobre los efectos nocivos del monstruo verde. Un profesor de arte intenta convencer a sus alumnos que la marihuana no es una droga o una sustancia tan mala como la pintan, pues nos hace descubrir nuevas sensaciones. Una compañera de trabajo descubre a algunos de sus pupilos fumando cannabis y les revela el terrible destino que les puede producir la hierba en sus vidas. Para ello hará todo lo posible para que dejen la diversión para otro momento. Una historia ya muy gastada en la cantidad de películas que hemos visto a estas alturas.
Por el cartel podríamos aventurar que se establece un debate entre las dos opiniones; no es así, pues prevalece la prohibitiva.


Free Grass (1969) de Bill Brame contiene ya un título bastante claro del tema sobre el que va a girar la trama: Dean se zambulle en el mundo de los traficantes de droga con un camello sádico llamado Link. A partir de aquí todo serán problemas, pues para conseguir dinero fácil Dean deberá trasladar marihuana de México hasta Los Angeles, pero la muerte de dos agentes federeales complicará todavía más sus propósitos, desembocando todo en una historia de acción. El LSD hará su aparición, aunque lo más interesante es que el protagonista tendrá que ofrecer hierba gratis a los hippies para deshacerse de las pruebas que lo incriminarían como traficante.


De Easy Rider (1969) de Dennis Hopper se podría decir que es el primer testimonio que inicia la oleada de apologías a la marihuana. Aunque la hierba no se utiliza como motor principal del film es importante el papel que adquiere y que la convertirá en símbolo de la contracultura. Dos jóvenes, Billy y Wyatt, deciden dar rienda suelta a sus ansias de libertad recorriendo gran parte del continente norteamericano hasta llegar a New Orleans para celebrar el Mardi Gras. Para efectuar este objetivo deberán vender droga para hacerse con unas motos chopper y encontrarse con todos los estratos de la sociedad del momento: hippies, conservadores, etc. Cuanto más avancen hacia el interior de USA, peor serán considerados por la población.

La próxima entrega sobre la marihuana versará sobre el prolífico mundo de los panfletos y ficciones en la década de los 70. Los ejemplos estarán cada vez más inclinados hacia la apología, aunque con sorpresas de algunos estamentos que continúan su lucha contra el demonio verde.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Extraño rebobinado

La técnica del rebobinado no suele ser muy frecuente en largos, es más habitual en videoclips, cortos o formatos de impacto y de corta duración. El gran problema de este sistema es que hay que crear una historia que enganche al espectador al principio y al final y enhebrarlo todo con una historia consistente, con sentido.
En los inicios de este blog vimos una de las grandes obras maestras cinematográficas con La ruta natural (2006) de Álex Pastor, un título que reza un palíndromo -palabra o frase que se lee igual tanto del derecho como del revés- que se constituye en la historia que se explica.
Recordemos ese momento:


Creo que este testimonio es el más perfecto que podáis encontrar, pues la historia está perfectamente medida para estar dispuesta en este formato.
No hace tanto tiempo pudimos disfrutar de otro ejemplo -aunque con propósitos distintos- en los títulos de crédito iniciales de la película Ex drummer (2007) de Koen Mortier.

Ex from Dante D on Vimeo.



El último ejemplo lo representa Rewind (2009) de Daniel Marini, un cortometraje que muestra a un hombre en estado de inconsciencia que despierta. ¿Qué tipo de extraño rebobinado habrá utilizado Marini para recrear la escena? Porque no conocemos el engaño hasta el final del metraje, y aún así nos parece ver un efecto inverso. ¿Ha grabado de forma natural? Veámoslo:


Corto "Rewind" from Petroliofactory on Vimeo.



Diferentes formas de ver una historia al revés.

sábado, 6 de marzo de 2010

Planteamientos curiosos: Marihuana mon amour (2º parte)

Después de la primera parte, que versaba sobre el uso de la marihuana en el cine durante los años 30 y 40, ahora le toca el turno a los años 50, pues es tal vez una de las épocas que más testimonios ha conreado sobre la desmesura a la hora de abordar el tema del cannabis en la juventud.

Marihuana -título original ya a estas alturas- (1950) de Leon Klimovsky es una cinta argentina que nos sumerge en un mundo plagado de demencia y surrealismo. Sino, advertid cómo se anunciaba en su época: "¿Qué es marihuana? Una legión de locos y alucinados, y una tragedia para el hombre que penetra en ella". Desde luego hay que reconocer el mérito que tiene el eslogan, porque tiene mucha fuerza. Quien escribió esto denota un uso magistral de la retórica clásica. La historia gira en torno al Dr. Urioste y su personal lucha contra la enfermedad que aqueja a su mujer: es adicta a la marihuana.



The terrible truth (1951) es una cinta de propaganda pura en contra de la hierba y que aporta un elemento más que no habíamos advertido hasta el momento: fumar porros es el primer paso para adentrarse en la heroína y esta pandemia de jóvenes que arruinan sus vidas con las drogas no está provocada por la educación o las malas políticas sociales, sino que... atención... está promovida por el Comunismo Ruso. Con esta hilarante premisa las risas están más que aseguradas para el espectador actual. Lástima que en la época y en USA no se viera de este modo, pues su diosa de la justicia estaba más ciega que nunca. Se buscaban enemigos ajenos para los problemas propios.


High School Confidential! (1958) de Jack Arnold tal vez sea el film más interesante de todos los que se han tratado hasta ahora y que más ríos de tinta podría provocar si no fuera porque en nuestro país -como es normal por la época en que transcurre- pasó y está pasando totalmente desapercibida. Tal es la ignorancia del director sobre los efectos del cannabis que admitió exagerar hasta la inverosimilitud muchos aspectos del guión, no sin antes soltar una frase para mí mítica: "desconocía absolutamente el tema de la droga y estaba por eso obligado a suponer la exactitud del guión. Hoy ya sé que no se ajustaba a la realidad". La historia se centra en un investigador que, queriendo descubrir el mundo de las drogas en los institutos, se hace pasar por un estudiante. Muy recomendable por absurda. Por cierto, en el film aparece ni más ni menos que Jerry Lee Lewis quien curiosamente un año antes se había casado con una niña de 13 años. Contrajo matrimonio cuando todavía estaba casado con su primera mujer. ¿Será él la persona indicada para alertarnos de la marihuana? Típica paradoja norteamericana.


The cool and the crazy (1958) de William Witney pivota sobre los problemas juveniles a la hora de ser popular y el fácil acceso a las drogas, donde según se asegura en la cinta fumando un porro uno llega a ser poco más que un drogadicto terminal.
Peleas callejeras, chicas guapas y rock and roll hacen de esta cinta un testimonio de culto para todo el amante de los films educacionales irrisorios. Brillante manera de educar a una sociedad, que ya estaba zozobrando desde la ley seca en los años 20 y 30.

Después de ver estos supremos ejemplos no podemos hacer más que buscarlos para conocer el punto de vista del espectador medio de la época.

miércoles, 3 de marzo de 2010

El vídeo curioso de hoy XXIV

Poquísimas películas reafirman la figura del soltero con todas sus ventajas y rechazan el prototípico devenir de una persona que sigue las normas de casarse y tener hijos. La comedia norteamericana Como en casa en ningún sitio (2008) de Seth Gordon no tiene pelos en la lengua para mostrar unos diálogos sinceros que expresan la idea de cómo una pareja no tiene la obligación de repetir los cánones que todo el mundo sigue por la sencilla razón de que no siempre funcionan. Los deseos sentimentales surgen de forma natural; no por una imposición que ha creado alguien ajeno a la pareja, que es la verdadera involucrada en una relación.
Kate (Reese Whiterspoon) y Brad (Vince Vaughn) mantienen una relación perfecta: hacen lo que les da la gana y cuando les apetece, sin preocuparse de nada más que estar juntos y quererse. Para el resto de la sociedad esta actitud no parece ser normal, tal vez porque ven en ellos una pareja ideal y feliz que muchos no han sabido mantener o conseguir. De todos modos, ellos no se mueven por las directrices de los demás: se mueven por sus propios sentimientos.
Veamos una deliciosa escena donde Brad y Kate terminan de hacer unas clases de baile y se encuentran con 2 parejas casadas. Desde luego tanto Brad como Kate sueltan unas verdades que muchos matrimonios necesitarían oír:


Qué agudeza de razonamientos tan bien traídos y cuánta razón tienen que dejan al resto de matrimonios con una cara bochornosa. Algo han dicho que ha apuñalado a lo más hondo de su autoestima sin herirles, simplemente se arguye con una verdad que muy pocas veces se expresa.

Visita el resto de vídeos curiosos de Monstruos invisibles:

I, II, III, IV, V, VI, VII, VIII, IX, X, XI, XII, XIII, XIV, XV, XVI, XVII, XVIII, XIX, XX, XXI, XXII y XXIII.