viernes, 18 de diciembre de 2009

El búfalo perdido del 66

Vincent Gallo es un personaje peculiar dentro del panorama artístico, pues ha conreado la carrera de actor, director, modelo de ropa, pintor, compositor y cantante. Dentro de esta
marabunta de creaciones, vamos a centrarnos en el aspecto del séptimo arte, donde ha cristalizado dos films y ha protagonizado numerosos largos. Su labor en este campo ha demostrado que es un actor difuso, perdido en metrajes poco imaginativos y mediocres -amén de alguna pequeña excepción, pero que muy pequeña-.
Pero Vincet encuentra el norte con un imaginativo y brillante producto (en el año 1998) con Buffalo'66, donde convergen una ideal tarea de director con la de guionista y actor.
Genial película donde se establecen unos cánones muy personales de encuadre, fotografía y con una historia que se debate entre la comedia sutil y el drama conmovedor, lejos de cualquier cliché totémico de la industria cinematográfica.
El largo está dividido en 2 partes por su tono:
-la primera es una comedia repleta de ironía y humor negro;
-la segunda; un drama tintado de experiencias derrotistas con una evolución magistral.
La historia que nos cuenta Gallo no puede ser más sublime:
Billy Brown es un hombre que sale de la prisión después de haber pasado los últimos 5 años encerrado por un delito que no ha cometido. Para evitar la vergüenza social de tal acto, miente a sus padres aduciendo que es un hombre de negocios adinerado y casado que ahora se encuentra en la ciudad. Sus progenitores, Jimmy (Ben Gazzara) y Jan (Anjelica Houston), le piden que los pase a visitar con su "mujer". A Billy no se le ocurre otra animalada que secuestrar a una bailarina, Layla (Christina Ricci), para que se haga pasar por su esposa. A partir de aquí se sucederán algunas de las escenas más memorables de esta película, donde se mezclarán las originales técnicas de encuadre de Gallo con la disección de personajes locos: sus padres esconden unas terribles extravagancias que propiciaron la inclinada vida de Billy.
Veamos un fragmento: Billy llega a su casa con su nueva esposa y ésta conoce a sus padres.


Las posiciones de cámara de Gallo no dejan de sorprender por su originalidad, pues, como hemos visto, en un principio hay 4 personas que ocupan la mesa y cada vez que uno se levanta o calla, la cámara se pone en la posición de la silla vacía o muda. De esta manera se crea una sensación extraña de "decorado falso", parece que cambie, pero no es así.
El personaje de Billy contendrá un fondo interesantísimo que estará basado sutilmente en el equipo de los Buffalo, así se enhebrará el guión con el resto de personajes: la madre, su amigo Rocky, un mafioso, etc.
Layla nos deleitará, además, con dulces escenas de baile y es aquí donde veremos a la mejor Christina Ricci.
Vayamos a ver a Layla interpretando "Moonchild" repiqueteando sus zapatos de claqué. Sencillamente hermosa:



Con estos tintes de película vintage más la forma fabulosa del cine underground, Gallo nos obsequia con una obra maestra de la comedia y drama.
No tiene pérdida: las escenas en un club de striptease en el coletazo final del metraje.
Terminemos este post con Jimmy interpretando una deliciosa canción, dedicada a Layla, acompañada de una excentricidad final:

5 comentarios:

  1. Una película muy interesante filmada de una manera muy original

    Salaudos

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  2. Una obra muy peculiar y recomendable de un artista ecléctico a más no poder.
    Saludos

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  3. -Eloy, ¡bienvenido al blog! El estilo de Gallo en este film es admirable y debería ser reivindicado por muchos directores mediocres.
    ¡Gracias por la visita y Saludos!

    -Crowley, lo ecléctico casa muy bien con Gallo, y sin duda el mejor producto que ha elaborado es éste, y a años luz de cualquier otra creación.
    ¡Saludos!

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  4. Que sepas que me la apunto, que me ha parecido bastante interesante tal y como la describes.

    ¡Saludos!

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  5. Ya me explicarás qué te ha parecido.
    ¡Saludos!

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