Planteamientos curiosos: zombis, zombis y zombis; pero evolucionados

Películas sobre zombis hay a millares desde la aparición de La noche de los muertos vivientes (1968) de George A. Romero, pero pocas se han atrevido a evolucionar el prototipo del personaje a nuevas dimensiones, nuevos enfoques o nuevas particularidades. El mismo director del seminal film creó El día de los muertos (1985), la tercera entrega de la cuadralogía sobre estos seres (la segunda es El amanecer de los muertos (1978)), que, en principio incluía a los zombis como entes capaces de entrenarse militarmente para luchar contra otros zombis. La productora no aceptó el guión y no fue hasta La tierra de los muertos vivientes (2005) cuando estos personajes evolucionan de su estancamiento y sus limitaciones que siempre se les han achacado. Si lo pensamos bien, han faltado 37 años para que los zombies reivindicaran un papel un poco más extenso del que se les da incluso en la actualidad. Para ello voy a hacer una selección de las cintas que han sabido reutilizar el material y darle la vuelta.

Como ya he anunciado La tierra de los muertos vivientes es la culminación de Romero sobre la devastación de los undead en la tierra. Aquí veremos a los hombres vivos totalmente cercados y aprisionados por el creciente e imparable avance de los zombis. Pero la gran cualidad de este film estriba en la capacidad de los no-muertos para adaptarse a la situación en la que viven; ahora piensan con un mínimo de destreza: saben pelear, aprenden a utilizar armas y a organizarse todos para contraatacar a los hombres ricos vivos que se atrincheran en un edificio. Como en el resto de la cuadralogía, hay un apunte social crítico: los ricos pisan a sus congéneres por el hecho de tener dinero. Se origina una revolución sublime de vivos pobres contra vivos adinerados y contra muertos.

Dead creatures (2001) de Andrew Parkinson es una apuesta brutal hacia el género que trata, un reto descomunal, la variante más original de muertos vivientes que podáis encontrar. Aquí no hay zombis en estado somnoliente con los brazos alzados en busca de cerebros; aquí hay la realidad de unas personas normales que se encuentran en la encrucijada de ser zombis pero con las facultades humanas intactas que no cuadran en la sociedad por su condición. Crudo y punzante es el tiro de esta cinta, donde los personajes no se pueden diferenciar con respecto a los demás si no es por su hambre por consumir carne humana. Sus penurias por conseguir una dignidad hacen de este film una reflexión de los valores de las clases pobres y minoritarias de un país. El costumbrismo de un zombi que se mueve en la realidad social más insolente.

Brutalidad y costumbrismo a partes iguales. Sublime hallazgo.

El ataque de las colegialas zombi. Stacy (2001) de Naoyuki Tomomatsu también pone a los no-muertos como víctimas. Este atractivo título (nadie puede negar que es de lo más atrayente) resulta un film demasiado irregular, llegando a ser a veces un poco ridículo (por la actuación de algunos personajes; no por los efectos especiales, que son buenos), con la excepción del planteamiento: en un futuro muy cercano, todas las adolescentes de entre 15 y 17 años mueren y se convierten en zombis. Se las apoda como "Stacy" y el problema sociológico radicará en qué hacer con una niña que está a punto de cumplir esa edad. Muchas "Stacy" decidirán rebelarse contra la injusta sociedad, que creará ejércitos de hombres que buscan y aniquilan a toda mujer que tenga esa edad. Lo mejor es ver cómo una civilización muestra a las muertas: anuncios por TV sobre cómo deshacerse de ellas, manuales, libros, etc.

Homecoming (2005) de Joe Dante produce un arrebato furibundo hacia la política bélica de Estados Unidos en las guerras contra los países islámicos. Film también tratado en este blog, nos expresa la evolución más perfecta de un zombi: los muertos en la guerra de Irak vuelven a la vida para votar en las próximas elecciones contra el candidato que los ha sumido en un conflicto absurdo, después de elegir a su candidato mueren. El film de apenas una hora de duración explica cómo un representante del gobierno declama en un programa de TV, y contra las acusaciones de una madre víctima de la pérdida de su hijo, que si todos los participantes en la guerra volvieran a la vida le darían la razón. Más tarde se produce el milagro, pero las tornas se vuelven contra el poder. Magnífico ejercicio de autocrítica. Veamos estos fantásticos minutos:

En Les revenants (2004) de Robin Campillo se da otra vuelta de tuerca en lo que se refiere a temática social y zombis. Película ya reseñada en este blog, esta cinta se enmarca dentro de un conflicto económico-social muy interesante, el ejemplo más maestro en este género. Aquí veremos a unos no-muertos que un día salen de los cementerios y las únicas diferencias con respecto a los vivos son: su temperatura corporal y sus pequeñísimas deficiencias. Una muestra de lo atenazadoramente intolerante que puede llegar a ser una sociedad contra unos seres diferentes. Esto da pie a múltiples debates ético-morales. ¿Seríais capaces de querer a una persona que murió hace 10 años? ¿La acogeríais de la misma forma? ¿Quién encaja a estas personas en la sociedad si antes trabajaban o cobraban un sueldo o una jubiación? Mirad los fascinantes primeros minutos y juzgad:

Nuevas generaciones de zombis que cada vez se acercan más a las miserias del ser humano. ¿Serán ellos acaso un reflejo distorsionado de nuestros errores?