El vídeo curioso de hoy XVII

Le toca el turno a otra película francesa dentro de este apartado habitual. En el film El farmacéutico de guardia (2003) de Jean Veber se narran las vicisitudes de Yan Lazarrec, un dueño de una farmacia que se pone en cuestión asesinar cruelmente a todos aquellos que dañen el medio ambiente, ya sea utilizando productos nocivos como gente que maltrata su cuerpo fumando. En su inquisitorial periplo se encontrará con un policia, François (Guillaume Depardieu), que siente un gran apego por el cuidado de nuestro planeta. Así se establecerá una extraña relación entre asesino y detective.
En este más que irregular film (se hubiera podido hacer muchísimo mejor en bastantes aspectos) se puede extraer una doctrina buena para cada ser humano. Lo que os voy a mostrar es lo mejor de la película.
Os pongo en situación: después de que Yan conozca a François en un simposio sobre alimentos transgénicos, el primero observa cómo la novia del policia parece mirar con ojos de amor a un amigo de François. Éste, después del aviso del asesino sobre la posible relación a espaldas que mantienen, comprobará el hecho con sus propios ojos. Volverá a la farmacia para que el asesino le cuente cómo lo adivinó con sólo mirarlos de reojo.



Atención al diálogo final:
-¿Te parece guapa?
-¿Qué? No, pero es mona, ¿no?
-¿Es inteligente?
-No...normal ¿Por qué?
-¿Qué tal en la cama?
-...
-Sólo es mona, no es un cerebro y en la cama no es la más hábil. Entonces, ¿por qué sufres? ¡Eres un rehén secuestrado por un personaje mediocre!

Soberbias y sencillas palabras fruto de una reflexión desde fuera del desatado deseo del enamoramiento.
Que nos tengamos que dar cuenta del valor de la cordura por un asesino en serie denota que en cuestiones del amor somos de lo más impulsivos, tanto como el instinto de matar, aunque no sea para sobrevivir.