Este blog se ocupa, principalmente, de las curiosidades que cristaliza el séptimo arte, y en esta ocasión nos vamos a centrar en lo que se ha regurgitado para satisfacer los deseos sexuales de gente ávida de sadismo extremo. Eso sí, sin entrar en el género porno, vamos a hacer un recorrido sobre cómo se ha utilizado como materia prima el tema del nazismo en películas eróticas. Asunto insólito para el espectador medio. Sí, se ha hecho de todo en cine. Violencia y sexo extremos. Un aviso: en estas cintas no hay una apología al nazismo, más bien al contrario. Veréis algunos directores famosos utilizando este tipo de tramas para sus proyectos. Algunas siguieron los pasos de un tipo de cine europeo de los 60-70 que configuró el género nazi-exploitation, de entre los que se incluye a
Luchino Visconti con
La caída de los dioses (1969).
Salò o los 120 días de Sodoma (1975) del famoso
Pier Paolo Pasolini es una muestra de lo que el italiano intentaba: tratar el sexo de una manera que violentara y levantara ampollas en el seno de una sociedad susceptible. Las imágenes y el tema que trata hoy día estarían completamente prohibidos, por mucho que su intención sea la de provocar. Un grupo de oficiales nazis secuestran a unos jóvenes para llevarlos a una mansión y disfrutar de una retahíla de cuentos picantes (del mismo modo que se hace con el
Decamerón de
Giovanni Boccaccio, también se influencia de la
Divina comedia de
Dante Alighieri en su segmentación), para luego deleitarse sexualmente con los púberes. La conducta aberrante de los nazis demostrará hasta qué punto este movimiento sobrepasaba los límites de la corrección ética y moral.
Provocación extrema. No apto para el 80% de la población.
Portero de noche (1973) de
Liliana Cavani es un drama con tintes eróticos donde se plantea la difícil situación de una mujer judía que, 13 años después de las vejaciones y violaciones que sufrió por parte de un nazi en un campo de concentración, se reencuentra con su enemigo en la ciudad de Viena. El enfrentamiento de sentimientos provocará la sorprendente situación de que ella se sienta sexualmente atraída por él y empiece así una relación sadomasoquista entre ellos dos.
El título hace referencia a la profesión que ejerce el militar, en la actualidad, en el hotel donde trabaja.
La bestia en calor (1977) de
Luigi Batzella es una dura película sobre una mujer científico y nazi que pretende crear un nuevo hombre con deficiencias mentales para que se convierta en una máquina de violar (es totalmente cierto). La mujer canalizará en ese monstruo todo lo que ella practica en un campo de concentración del III Reich, como torturas, violaciones, canibalismo, etc.
Todas las perversiones más extremas en una cinta difícil de masticar. Las escenas que aquí se muestran irán aderezadas de típicos desnudos de la época.
Un erotismo llevado a una vertiente de una temática altamente comprometida.
Campo de concentración nº 7 (1969) de
Lee Frost es una cinta norteamericana que, en esencia, trata las vicistudes de 2 agentes que se infiltran como nazis en un campo de concentración de mujeres para intentar salvar la vida de un científico. Una vez allí observarán atónitos las barbaridades que se ejecutan. Los militares alemanes someten a las prisioneras a los más bajos deseos sexuales sádicos.
El nivel de violencia todavía está lejos de las anteriormente mencionadas y las que siguen.
Como en todas las cintas, el nazismo es tratado como lo que es: un movimiento perverso y maligno en toda regla.
Salón Kitty (1976) del famoso
Tinto Brass es un drama erótico que está basado en un hecho verídico: durante la época de la Segunda Guerra Mundial existió un burdel que estaba regentado por unas prostitutas polacas, y al llegar los nazis al lugar decidieron cambiar a las chicas por auténticas meretrices alemanas, con un grado de inteligencia y belleza fuera de la media normal.
A partir de esta premisa, la jefa del burdel deberá ensinistrar a las chicas, pero negándose a que formen parte de la ideología nazi, se rebelará contra el orden establecido de represión.
Un hecho curioso llevado a la gran pantalla.
Alain Payet es un director que firmaba sus películas como
James Gartner y que se especializó en films morbosos que ahondaban en todo tipo de temáticas. En este apartado citaremos dos de las cintas que concuerdan con el asunto que se plantea en esta sección.
La primera es
Tren especial para Hitler (1977), una cinta donde las protagonista forman parte del bando nazi, ayudando al régimen para cumplir sus deseos de deshacerse de sus enemigos.
Una chica de variedades será la encargada de una misión muy especial: reunir a un grupo experimentado de prostitutas para abastacer sexualmente a un grupo de espías y aprovecharse de ellos hasta eliminarlos por completo.

Este guión dará pie a que se aglomeren una multitud de escenas subidas de tono, donde las perversiones sexuales conformarán la pieza angular del film.
La segunda no es otra que
Campo de perversión (o también titulada como
Nathalie escapa del infierno nazi), y del año 1978. En este largo se explica la compleja situación que ha de vivir
Nathalie Baksova, una médico y espía rusa que debe decidir si cumplir su función de asistente de enfermos: la casa donde se está salvaguradando recibe la inesperada visita de un teniente alemán,
Erik Müller. Éste se verá en la compleja situación de verse herido de bala. El desarrollo del guión provocará que surjan todo tipo de situaciones altamente comprometidas.
La svástica en el vientre (1977) de
Mario Caiano remite a una historia gastada, incluso para este tipo de largos que estamos viendo a modo de retrospectiva.
A un grupo de judíos les sobreviene la desgracia cuando son arrestados por las SS y llevados a un campo de concentración tan diabólico que ni las mentes más enfermizas podrían imaginar que allí se cometieran unas barbaridades tan sadomasoquistas como las que se llevan a cabo.
Esencialmente la cinta recrea el morbo de la sexualidad más extrema.
La industria cinematográfica italiana se cebó hasta saturarse de este género.
Erotismo con ambiente turbio.
Casa privada para la SS (1977) de
Bruno Mattei (director de la horrenda
Apocalipsis Caníbal) cuenta el entrenamiento que recrea un hombre para coger a un grupo de mujeres y convertirlas en prostitutas duchas en el arte sexual y en todas sus técnicas. Toda esta artimaña le servirá para descubrir a un alemán traidor.
A partir de aquí desfilarán todo tipo de escenas cargadas de erotismo y sexo perverso.
Los más ocultos gustos sobre el tema desembocarán en una orgía de muerte y lascivia. Un ejemplo más de un guión que ya se ha tratado en otros largos.

En
Elsa Fraulein SS (1977) de
Patrice Rohmm se explican los divertimentos de unos oficiales alemanes que reciben un cargamento de mujeres que tienen el único objetivo y función de completar sus deseos sexuales.
Escenas de todo tipo para satisfacer los más oscuros y primarios gustos de los encargados de cometer las más terribles atrocidades.
El film es la primera parte de una trilogía que gira alrededor de 5 perversiones: Bondage, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo. El campo en cuestión es el de Buchenwald, y el nombre de la terrible protagonista, Ilsa, era el de la mujer del director del campo. Barbaridades enfundadas en cuero y látigos.
De este tipo de films hay todavía más. Creo que con esta lista ya os podéis hacer una idea que este género no era un terreno yermo donde labrar. Mucho, demasiado tal vez, se ha conreado en el campo del sexo y el nazismo.