viernes, 11 de diciembre de 2009

La cornamusa a la deriva

Muchas veces es difícil discernir cuándo una película se está basando en un hecho real, pues en el momento de la recreación fílmica se añaden elementos ficticios para que se amolden al ritmo y al género en el que se quiere encorsetar.
Open water 2 (2006) de Hans Horn es un largometraje que se basa en un hecho real bastante truculento: unos jóvenes se lanzan en alta mar con un yate, enclave perfecto para poder dar rienda suelta a los placeres etílicos y a un baño reconfortante. Todo ello provocará que, con la euforia de lanzarse desde la borda, olviden lanzar la escalerilla que les permitiría volver a subir y retornar a casa. Un infierno en las aguas.
Este hecho, que supone un porcentaje de muertes en alta mar (aunque no lo parezca), sirvió de apoyo a Horn para articular un film terrorífico, pues uno siente que le podría pasar (puede parecer imposible, pero cabe una posibilidad más grande de lo que creemos). Pero lo más curioso -y en esto se apoya esta entrada- estriba en que ese mismo año se creó un cortometraje español que usaba el mismo hecho real que Open Water 2: Cornamusa (2006) de Nacho Albert.
El planteamiento y desarrollo son absolutamente calcados, y aquí cualquiera podría sospechar que existe la sombra implacable del plagio en uno de los dos. Resulta raro que un hecho real sea convertido en film dos veces en un mismo año. Pero hay algo más que nos va a resultar más extraño y fascinante en este entramado de películas iguales. Pero antes, vayamos a ver los dos ejemplos.

Cornamusa (2006) de Nacho Albert:


Open water 2 (2006) de Hans Horn:


Viendo las enormes concomitancias de los dos ejemplos podemos llegar a la conclusión de cómo es posible que en un mismo año dos proyectos se apoyen sobre un hecho que podría haber ocurrido hace años. Puede ser casualidad, pero lo que no es tanta casualidad es que el film de Hans Horn en Australia se llamaba Adrift, y en otras partes del mundo se le añadió por el motivo siguiente: es el nombre de un relato corto de Koji Suzuki, del libro Dark Water, el mismo libro que contiene otra historia que sirvió de guión a la celebérrima cinta de terror japonés (2002) de la que se hizo una versión norteamericana en 2005. Y, por tanto, el cuento "Adrift" narra las mismas vicisitudes que se describen en los ejemplos anteriores.
¿Quién copia qué o a quién? ¿Se basan realmente en un hecho real alguna de las dos? ¿Por qué aparecen en el mismo año?
Misterios insondables de la industria cinematográfica, pues ¿será el cuento de Suzuki un hecho real? ¿Qué sea verosímil lo convierte en no ficticio?
Demasiadas preguntas conllevan una duda terrible sobre lo que estamos viendo.
Por cierto, una cornamusa es un instrumento de viento de la época romana que contiene dos vocablos: corne 'cuerno' y muse 'divertirse'. A divertirse al agua.

5 comentarios:

  1. No sé si será muy divertido jejeje
    Me ha dado un poco de miedo... morir ahogado debe ser... ni quiero pensarlo.
    Pero después de haber visto las dos pelis francesas, me animo xDD

    Un saludo!

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  2. La verdad es que naufragar en mitad del océano es uno de mis mayores temores.
    Saludos

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  3. -supersalvajuan, hay sangre, pero con más agua, se diluye mejor el sabor.

    -MFAL, vas a pasar un mal rato viendo el film de "Open water". Ahora, bien, piensa que todo gira en torno al terror de morir ahogado, no hay más profundidad que la del agua, XD.
    ¡Un saludo!

    -Crowley, peor que morir ahogado es ser enterrado vivo, piénsalo bien, jejejej.
    ¡Saludos!

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  4. para quien corresponda, "cornamusa" (o "bita") es, además de un instrumento medieval, el soporte de madera o metal que tienen los barcos para sujetar las amarras...

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