Retomando la sección de las menciones más especiales en lo que concierne a los títulos de crédito de los films vamos a deleitarnos con 2 ejemplos más de este fascinante arte.
El primero es todo un clásico en el cine de acción y que merecerá una especial reseña en una futura entrada: Steve McQueen en Bullitt (1968) de Peter Yates. Una fabulosa introducción nos sumerge en las intrincadas tramas de mafias y policías en una lucha inusitada de subterfugios sin descanso.
La forma en que se urde una historia en estos títulos son maravillosos, brillando por encima de cualquier metraje actual que invierta millones en efectos especiales. La música jazz que se oye de fondo -del compositor Lalo Schifrin- no puede amoldarse mejor al ritmo y a las imágenes que se van sucediendo, con una técnica envidiable y muy difícil de superar.
Obra maestra, sin duda alguna.
El segundo ejemplo representa un film ya conocido en este blog por haberse tratado en la penúltima entrada: Ex drummer (2007) de Koen Mortier.
La originalísima propuesta del director no puede dejar indiferente a nadie, pues, a parte de insertar una historia harto interesante, lo muestra de una forma que en otras manos sería un desastre: crear un rebobinado de unos minutos filmados de forma normal y que quede perfecto.
Además, Mortier nos deleitará con unos efectos curiosos en la forma en que aparecen los créditos: se encuentran escondidos en todo tipo de objetos, en la cabeza de los personajes, etc.
Todo un hallazgo este título de crédito que demuestra una vez más que se puede todavía labrar en un campo antes yermo, que es el de este microgénero.
Adelante con las aventuras del grupo de rock:
Visita el resto de entregas de esta sección:
-Créditos sublimes I
-Créditos sublimes II.
El primero es todo un clásico en el cine de acción y que merecerá una especial reseña en una futura entrada: Steve McQueen en Bullitt (1968) de Peter Yates. Una fabulosa introducción nos sumerge en las intrincadas tramas de mafias y policías en una lucha inusitada de subterfugios sin descanso.
La forma en que se urde una historia en estos títulos son maravillosos, brillando por encima de cualquier metraje actual que invierta millones en efectos especiales. La música jazz que se oye de fondo -del compositor Lalo Schifrin- no puede amoldarse mejor al ritmo y a las imágenes que se van sucediendo, con una técnica envidiable y muy difícil de superar.
Obra maestra, sin duda alguna.
El segundo ejemplo representa un film ya conocido en este blog por haberse tratado en la penúltima entrada: Ex drummer (2007) de Koen Mortier.
La originalísima propuesta del director no puede dejar indiferente a nadie, pues, a parte de insertar una historia harto interesante, lo muestra de una forma que en otras manos sería un desastre: crear un rebobinado de unos minutos filmados de forma normal y que quede perfecto.
Además, Mortier nos deleitará con unos efectos curiosos en la forma en que aparecen los créditos: se encuentran escondidos en todo tipo de objetos, en la cabeza de los personajes, etc.
Todo un hallazgo este título de crédito que demuestra una vez más que se puede todavía labrar en un campo antes yermo, que es el de este microgénero.
Adelante con las aventuras del grupo de rock:
Visita el resto de entregas de esta sección:
-Créditos sublimes I
-Créditos sublimes II.
Como díría el gran Andrés Montes, "recuperemos el espíritu de Steve McQueen.
ResponderEliminarMucha razón tenía Montes cuando pronunció esas palabras. Hay que reivindicarlo como sea.
ResponderEliminarSe ve que no guardé mi anterior comentario, pero era algo así xD:
ResponderEliminarMe han encantado los de Bullit (muy interesantes), que no conocía, nunca he visto la película.
Los de Ex Drummer están muy currados, me parece muy difícil de montar.
¡Saludos!
Oskar108, no sé por qué a veces se producen problemas a la hora de publicar comentarios en este blog, no eres la primera persona que me lo dice. Estos de blogspot...
ResponderEliminarTe recomiendo encarecidamente ver "Bullit", es un clásico del cine de acción, aunque de hecho, todas las de Steve McQueen. Las persecuciones de coches no han sido superadas todavía, desde mi punto de vista.
Lo de "Ex drummer" es un currazo monumental, sólo de pensar las horas que se deben haber pasado para montar esos 3 minutos es escalofriante.
¡Saludos!