sábado, 27 de febrero de 2010

Planteamientos curiosos: Marihuana mon amour (1º parte)

Esta nueva entrega de los planteamientos curiosos tendrá como hilo conductor el uso de la marihuana en el séptimo arte para diferentes fines como el panfletarismo, el documental, la apología o la construcción de ficciones. En esta primera parte me dedicaré a escrutar las cintas entre los años 30 y 40.
La marihuana siempre ha sido una droga muy controvertida y discutida en todos los estamentos de la sociedad, debido a que nunca ha satisfecho por igual a todos los ámbitos de la población, como sí lo ha hecho el tabaco o el alcohol. Sus virtudes y sus defectos aún hoy siguen siendo motivo de disputa, pero ¿cómo se trataba esta droga en las décadas de los 30, 40, 50 ... hasta la actualidad?
El ministro de propaganda de la Alemania nazi, Joseph Goebbels, dijo una vez que "si una mentira se repite las suficientes veces, acaba convirtiéndose en la verdad" (esta referencia se puede ver por la red con algún cambio, o incluso atribuida a Napoleón). Esta frase bien podría ser el eje conductor de los ejemplos que voy a tratar en esta parte: no importa lo que digas, si conoces el modo de convencer al que te escucha, manipulándolo a tu antojo. Sabiendo quién sostuvo esta afirmación podemos aventurar qué estratos de la sociedad y de la política norteamericana crearon y promovieron estas cintas panfletarias: la ultraderecha.
Este post se dedicará exclusivamente a tratar algunas cintas que fueron promovidas por diferentes estamentos que tanto demonizaron el tema.

Marihuana (1935) de Dwain Esper trata el tema sin ningún conocimiento sobre los efectos reales de la marihuana. Este film, con tintes de documental panfletario, muestra la exagerada historia de Burma, una chica de buena familia que de tanto salir con sus amigos y fumar hierba se vuelve una mujer completamente desquiciada. Acaba embarazada y soltera, dando su hijo en adopción para convertirse ella en una traficante.
Si este guión no os parece estrambótico, mirad el film, que aquí he puesto lo más delicado. Panfleto barato de la ultraderecha norteamericana, y ¿qué esperabais?


Reefer Madness (1936) de Louis J. Gasnier -film tratado en este blog- es el prototipo de documental que de tan desorbitado en sus propuestas y en su tono, se ha tornado en su contra todo lo que pregonaba, pues se ha vuelto una cinta de culto para todo el amante tanto de la marihuana como de la comedia. Presuntamente fue hecho para alejar a los jóvenes de esta droga, aduciendo razones como que es más endiabladamente adictiva y peligrosa que la cocaína y la heroína juntas, y que vuelve a un demente, un loco y un asesino a todo aquel quien la prueba.
Gasnier domina el terreno del humor sin saberlo.


Mariguana: el monstruo verde (1936) de José Bohr es un claro ejemplo de la idiosincrasia del creador metomentodo, pues en esta cinta es director, actor, productor, guionista y compositor. Nada menos.
Cinta mexicana que narra la desgracia de un policia, el mismo Bohr, que se vuelve adicto a la marihuana y que sólo le comportará frecuentar malas compañías. El protagonista terminará formando parte de una de las mafias que intentarán abonar la sociedad con la monstruosa hierba verde. Haciéndose pasar por el "gringo Daniel", dará la vuelta a todas las expectativas vitales que tenía por delante.
Por cierto, la imagen es del propio director.


Assassin of Youth (1937) de Elmer Clifton es otro testimonio muy parecido (demasiado) a la totémica Reefer madness. Propagandístico y panfletario, este largo propone una historia que se centra en el periodista Art Brighton y su diatriba contra la marihuana, que ha subyugado a una joven, Joan Barrie, heredera de la fortuna de su abuela y acosada por su prima Linda y su marido para gastar todo su dinero en la mafia de la droga más diabólica, asesina de la juventud, como reza el título del largo.
Para Clifton, los estragos que causa el diablo verde son mucho peores que juntar todas las patologías mentales existentes aderezadas con todas las drogas del mundo.
Imaginación no le faltaba.


Devil's harvest (1942) de Ray Test es la enésima incursión en la investigación de los desastrosos efectos de la marihuana como inicio para una vida encaminada hacia la total perdición. Aquí se radiografían escenas memorables: jóvenes sucumbidos a días eternos de fiestas, asesinatos provocados por la hierba, etc.
Creo que a estas alturas la ficción se mezcla tan sutilmente con la propuesta documental que para un espectador de la época era imposible discernir un género del otro.
El cartel de la película lo dice todo: el demonio es de color verde y nos abraza con sus fauces para guiarnos a una condenación de pecado, degradación, locura y libertinaje. Qué bien suenan estas palabras...


She shoulda said no! (Ella debió decir ¡no!, 1949) de Sherman Scott es otra ficción creada con el mismo propósito que las anteriores. Anne Lester, una desdichada huérfana que vive para pagar los estudios de su hermano, conoce un vendedor de marihuana, Markey, quien la invita a una fiesta donde se consume esta droga. A partir de este momento Anne inicia su personal caída a los infiernos, pues descubrirá que toda la represión sexual se torna en promiscuidad. Si hasta aquí todo son virtudes; luego vienen los inconvenientes: pierde el trabajo, se vuelve vendedora de marihuana, sufre enfermedades mentales y la encarcelan.
Parece ser que el celebérrimo actor Robert Mitchum promovió esta cinta, donde, según él, se trasluce su lucha contra el demonio verde y su arresto por posesión un año antes.


Son tan exagerados los testimonios que os he mostrado que en la actualidad se han convertido en una suerte de cintas cómicas, donde el mensaje fundamental que se quería transmitir se transforma en todo lo contrario y mucha gente disfruta viéndolas mientras se fuman un porro. Las vueltas que da la vida, pues se podría decir que la frase de Goebbels queda totalmente refutada.

5 comentarios:

  1. Increíble trabajo de investigación! La de cintas oscuras que has sacado a la luz. Definitivamente tengo que buscar algunas.

    Supongo que hablarás de Cheech & Chong cuando llegue el momento!

    Un saludo.

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  2. -Supersalvajuan, la historia siempre se repite.

    -Dr.Quatermass, algunas las puedes encontrar fácilmente en VOSE, pero otras es más difícil.
    Por supuesto que hablaré de "Cheech & Chong", no pueden faltar, pues son un claro ejemplo de la utilización de la marihuana como diversión en una locura de película.
    ¡Saludos!

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  3. Estas películas la mayor virtud que tienen es que han conseguido desmentir una frase tan histórica jajajajaja.

    ¡Saludos!

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  4. Sí, y yo creo que ya es un mérito bastante grande, jejeje. Como mínimo han conseguido algo, que no es poco.
    ¡Saludos!

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