domingo, 6 de abril de 2008

Gracias por fumar

Gracias por fumar (2006) es un film que trata temas espinosos que normalmente se enfocan desde el punto de vista del catastrofismo y la seriedad: el tabaquismo y las grandes corporaciones que se lucran con la adicción de sus consumidores.
Lo que se haría habitualmente sería hacer una cinta a modo de documental para certificar rigurosamente los datos y cifras. Sobra decir que la focalización estaría destinada a vapulear abiertamente a los culpables y animar a que no se contribuya a mantener la fortuna de los grandes empresarios. Pero no se tendrían en cuenta otros elementos que en esta película se recrean. Gracias por fumar de Jason Reitman no es un documental, es ficción con datos reales que muestra el problema con un original prisma, el del sarcasmo y la ironía. Muy difícil es reírse de una problemática tan seria, pues aquí se hace y con un resultado muy positivo. Cabe decir que la baza más importante es la del diálogo rápido, efectivo, frases cortas pero hirientes, llenas de jugo y trascendencia. El guión está basado en la novela homónima de Christopher Buckley y aquí está muy bien plasmada, pues aporta dinamismo y una muy buena traslación de imágenes y situaciones.
Se juega con la autocrítica de una manera muy sana, el protagonista, Nick Naylor (Aaron Eckhart), es el que da la cara de toda la industria tabaquera a toda la sociedad, por tanto uno pensará que se escogerá a una especie de villano psicópata, pues no. El personaje de Naylor es muy profundo, con muchos vértices, se muestra humano y coherente en todos sus razonamientos. Los personajes "malos" serían todo el resto prácticamente: las empresas, la sociedad, las víctimas, etc.; todos éstos quedan ridiculizados si analizamos bien el film, pues se nos muestran como una suerte de estereotipo.
Las andanzas de Naylor pasarán por intentar defender a quien se le ponga por delante que no es que fumar es malo sino, y aquí viene la maestría del largometraje, ¿por qué no puede uno ponerse a fumar? Se despoja el axioma de que algo es malo y se recoge la premisa de que simplemente uno puede hacerlo, sin verle la connotación negativa que pueda tener a largo plazo la dependencia. El protagonista juega con unas cartas muy malas: las víctimas del tabaco, la sociedad y los grupos sanitarios. Aun así se arriesgará y seguirá apostando, pues puede ganar si utiliza la lógica del razonamiento.
Veamos un fragmento donde se expone más claramente lo que digo. Aquí veremos cómo se utiliza el lenguaje del documental con la rapidez e ingenio de la autodefinición de un personaje muy al estilo de Chuck Palahniuk y David Fincher en El club de la lucha (1999).
No os perdáis ningún detalle de lo que se cuenta, es maravilloso:



La fuerza de persuasión del protagonista no es la típica de un charlatán de feria, está llena de particularidades curiosas. Crea un estupor absoluto pues, con los elementos con los que juega, establece un entramado profundo de sinceridad y elocuencia. Fijaros en el niño de quince años que tiene un cáncer debido al tabaco y la charla de Naylor con los niños de la escuela, se puede establecer una relación muy sugerente. La presentadora del programa dice que el niño enfermo ha dejado de fumar porque "ya no le mola"; mucho significado tienen estas palabras: ¿cómo un niño fuma hasta tener un cáncer?, ¿quién lo ha permitido?(esta pregunta es de fácil respuesta), ¿cómo se utiliza este testimonio de una manera tan vulgar?, ¿qué tipo de programa es éste? (el adjetivo lo tenéis en mente). El diálogo de Naylor es congruente si se basa en términos económicos, aunque bajo un diabólico y perverso motivo. Vemos la ignorancia del público al aplaudirle cuando oyen lo que quieren oír, no la solución al problema.
Veamos la descripción de los personajes que rodean a Naylor y la teoría del poder de persuasión del protagonista:



El escuadrón no puede ser más brillante, donde se critica de manera muy sutil la sociedad que permite legalmente el uso del alcohol, el tabaco y las armas pero no ofrece soluciones. Se utiliza, como veis, un humor muy negro. El tema del trabajo del hijo demuestra de forma velada el gran problema de la enseñanza: ¿Por qué el gobierno de América es el mejor del mundo?
En la historia el gobernador de Vermont intentará que se ponga en todas las cajetillas el símbolo de una calavera para intentar persuadir a los fumadores del peligro del producto (¡menuda solución!). Se creará una comisión donde se invitará al representante de la industria tabaquera:



La charla atropellada del dr. Meisenbach, donde sus palabras se pisan unas a otras, viene a traslucir la vergonzosa artimaña del gobernador para demostrar que una institución médica acredite su teoría, pero que el dicho doctor ni siquiera sabe de qué ni de quién está hablando, su opinión está claramente comprada.
Aquí todas las caras están destapadas de sus máscaras, viendo la parte de culpa de todos los sectores económicos que se ven salvados de ser culpables: la industria alimentaria, la automobilística, petrolífera, armamentística, política...
Ni siquiera las víctimas se salvan, como he dicho, pues ahora veremos un fragmento donde el protagonista viendo lo inmoral de la situación sabe dónde está el talón de Aquiles de cualquier ser humano. La flaqueza y debilidad que siente un hombre hacia el dinero puede llegar a ser inquietante:



Por cierto, un detalle curioso de la película: no aparece nadie fumando; esto puede significar muchas cosas.
Estamos, por tanto, ante un film que visualiza desde un punto de vista muy original el problema del tabaquismo y todo lo que en ello arrastra: la perdición de la sociedad actual.

6 comentarios:

  1. la pelicula subliminalmente moraliza, sin que te des cuenta te argumenta en contra del tabaco pero sin adoctrinar y sin hacerlo evidente para que seas tú quien razone al final: coño, fumar está mal. Aaron eckhart desprende tanto carisma en esta cinta, que no me extraña que lo escogieran para fiscal en the dark knight, saludos Mounstruosinvisibles.

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  2. Claro y, además, no soporta el peso de toda la culpa, hay un componente político, social y educativo que tiene parte de culpa en el asunto y nadie se lo plantea: si es tan malo el tabaco ¿por qué sólo se le inserta una calavera en las cajetillas?, ¿por qué se ataca pero, al mismo tiempo, sigue legalizado?... y mil cosas más. Además no sólo está el tabaco como veneno, está la mala alimentación (obesidad, enfermedades coronarias), la mala educación (creer que fumar mola), etc...
    Aaron Eckhart es verdad que desprende carisma, lo hace muy bien aquí, a ver en "Dark Knight" qué tal lo hace.
    ¡Un saludo muy grande yatebale!

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  3. Es una película muy interesante la mires por donde la mires, no me extraña que ahora quieran adaptarla a serie, como bien han dicho, la pelicula tiene mucha moralidad subliminal aderezada con una pizca de humor e ironía.
    Me gustó mucho.

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  4. No sabía que se quería hacer una serie sobre ella, la verdad es que da para mucho, tanto el tema como el punto de vista sarcástico hacia las cosas más tabú de la sociedad.

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  5. Vi esta película hace un tiempo y la verdad es que es la mar de interesante. Hay que ver cómo nos gusta (a la sociedad en general) la demagogia y escuchar lo que queremos oír cuando lo queremos oír (véase la aportación del protagonista -excelente Aaron Eckhart- en el programa de televisión). Tiene muchas grandes frases (el libro en el que se basa debe estar realmente bien también, o los que lo hayan adaptado son unos cracks) pero permíteme que me quede con ésta: "Si razonas correctamente nunca te equivocas", aunque me ha gustado muchísimo el aporte del protagonista en la escuela abogando porque pensemos en el porqué de las cosas e intentemos buscar nuestro punto de vista, no lo que nos digan/impongan. Buena película que además tiene un muy buen montaje para que no se llegue a hacer aburrida.

    P.D. Me gusta mucho el póster del tipo en traje con cabeza de puro, creo que expresa bastante bien el tono de la película.

    ¡Saludos!

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  6. La película es brillante no sólo por su dinamismo, como my bien comentas, sino también por sus razonamientos aplastantes a favor del poder de decisión y nuestra libertad en el momento de hacer lo que queramos. Aunque el objetivo de Naylor es perverso (animar al consumo del tabaco) la premisa filosófica es arrolladora, y en eso no hay discusión. Nos parece más razonable lo que cuenta Naylor porque los lemas de políticos y de la sociedad políticamente correcta no se basa en axiomas tan irrefutables, lo que indicaría una falacia y una intolerancia con lo que nos pregonan. Los tabús y la prohibición por prohibir (sin preguntarse el por qué) es el gran cáncer de la sociedad.
    Me ha encantado tu comentario -como siempre- amigo Oskar108, resulta interesante discutir sobre este tipo de cosas.
    En un vídeo curioso del blog hay otro vídeo de la misma película.
    ¡Muchos saludos!

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