
La marihuana siempre ha sido una droga muy controvertida y discutida en todos los estamentos de la sociedad, debido a que nunca ha satisfecho por igual a todos los ámbitos de la población, como sí lo ha hecho el tabaco o el alcohol. Sus virtudes y sus defectos aún hoy siguen siendo motivo de disputa, pero ¿cómo se trataba esta droga en las décadas de los 30, 40, 50 ... hasta la actualidad?
El ministro de propaganda de la Alemania nazi, Joseph Goebbels, dijo una vez que "si una mentira se repite las suficientes veces, acaba convirtiéndose en la verdad" (esta referencia se puede ver por la red con algún cambio, o incluso atribuida a Napoleón). Esta frase bien podría ser el eje conductor de los ejemplos que voy a tratar en esta parte: no importa lo que digas, si conoces el modo de convencer al que te escucha, manipulándolo a tu antojo. Sabiendo quién sostuvo esta afirmación podemos aventurar qué estratos de la sociedad y de la política norteamericana crearon y promovieron estas cintas panfletarias: la ultraderecha.
Este post se dedicará exclusivamente a tratar algunas cintas que fueron promovidas por diferentes estamentos que tanto demonizaron el tema.

Si este guión no os parece estrambótico, mirad el film, que aquí he puesto lo más delicado. Panfleto barato de la ultraderecha norteamericana, y ¿qué esperabais?

Gasnier domina el terreno del humor sin saberlo.

Cinta mexicana que narra la desgracia de un policia, el mismo Bohr, que se vuelve adicto a la marihuana y que sólo le comportará frecuentar malas compañías. El protagonista terminará formando parte de una de las mafias que intentarán abonar la sociedad con la monstruosa hierba verde. Haciéndose pasar por el "gringo Daniel", dará la vuelta a todas las expectativas vitales que tenía por delante.
Por cierto, la imagen es del propio director.

Para Clifton, los estragos que causa el diablo verde son mucho peores que juntar todas las patologías mentales existentes aderezadas con todas las drogas del mundo.
Imaginación no le faltaba.

Creo que a estas alturas la ficción se mezcla tan sutilmente con la propuesta documental que para un espectador de la época era imposible discernir un género del otro.
El cartel de la película lo dice todo: el demonio es de color verde y nos abraza con sus fauces para guiarnos a una condenación de pecado, degradación, locura y libertinaje. Qué bien suenan estas palabras...

Parece ser que el celebérrimo actor Robert Mitchum promovió esta cinta, donde, según él, se trasluce su lucha contra el demonio verde y su arresto por posesión un año antes.

Son tan exagerados los testimonios que os he mostrado que en la actualidad se han convertido en una suerte de cintas cómicas, donde el mensaje fundamental que se quería transmitir se transforma en todo lo contrario y mucha gente disfruta viéndolas mientras se fuman un porro. Las vueltas que da la vida, pues se podría decir que la frase de Goebbels queda totalmente refutada.